Junto a los chicos de la Agrupación La Calle compartimos una jornada hermosa con las familias que asisten al comedor.
Rosita, con su amor y compromiso de siempre, preparó el desayuno y el almuerzo para todos.
Además, llevamos el ropero solidario para acompañar a quienes más lo necesitan.
¡Gracias por recibirnos con tanto cariño!
Seguimos construyendo comunidad desde el territorio.









